El Palauet de Nolla es uno de los edificios más emblemáticos del esplendor industrial valenciano de finales del siglo XIX y principios de XX, formando parte del conjunto fabril creado por Miguel Nolla Bruixet, cuya actividad empezó en 1864. Una empresa seguidora de las industrias inglesas y creadora del famoso mosaico Nolla, un gres teñido en masa, de gran calidad técnica y resistencia, con el que se hacían teselas para mosaicos. Un producto a la vanguardia de las mejoras tecnológicas de la época ya que sus características técnicas permitían una gran durabilidad y resistencia. Los mosaicos de Nolla merecieron la Medalla de Progreso en la Exposición Universal de Viena (1873) y se presentaron a la Exposición Universal de París de los años 1867 y 1878, también a la de Barcelona de 1888.
El edificio constituía un muestrario de los productos que se producían en ella. Posee un valor constructivo, latente en su riqueza de estilos arquitectónicos ( antigua alquería rural, clasicismos, goticismos…), y un gran valor iconográfico por la cuidada decoración en sus techos, paredes (papeles pintados, tallas, estucos y mosaicos de gres Nolla) y en sus suelos con las magníficas composiciones del gres de Nolla, que todavía nos ilustran su antigua riqueza. También es un testigo de la época del lujo de la burguesía valenciana de comienzos del s. XX.
Sus elementos esenciales se identifican con los de una alquería de las que popularmente se conocen como ‘a dos mans’: el cuerpo principal compuesto por dos crujías correspondiendo con las aguas del teja do y con el acceso principal en el centro de la fachada, ortogonalmente a las crujías, llegando sin interrupción al patio posterior. La torre, hoy en día rematada con edículo de planta cuadrada, posee fachadas con arcos gemelos soportando un entablamento sobre el que se levanta la cúpula. Todo ello cubierto por cerámica y cuidada geometría y diseño.
En 2010 se redactó el estudio histórico y constructivo del Palauet de Nolla y su azulejería y el anteproyecto de rehabilitación integral, que ha servido para realizar diferentes fases de intervención. La última, de 2020, ha permitido la apertura al público de la planta baja. El estudio recibió el premio European Award for Cultural Heritage / Europa Nostra 2012.
Del conjunto de edificios de la fábrica original se conserva una parte importante. Una arquitectura que emula las naves industriales inglesas. Su forma en U se asemeja a un recinto amurallado volcado hacia el patio interior para protegerse del espació que lo rodea, con torres con almenas en las esquinas. La puerta de entrada de este patio, que constituía el acceso principal, está flanqueada igualmente por dos torres, y cerrada por puertas imponentes. Así mismo, los ladrillos rojizos aumentan la sensación de monumentalidad. La primera planta, dedicada a las oficinas, conserva muchos de sus elementos originales y todo su pavimento es de mosaico Nolla. También se conservan algunas de las naves y cerramientos de aquella época. Un conjunto protegido por lalegislación autonómica ubicado en medio de la huerta de València.