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Descripción
Proyecto ganador del concurso convocado por la Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana.
Se trata de un centro docente con un amplio programa y con diversas exigencias específicas. Por un lado un instituto muy reconocido en la ciudad por su larga historia. Por otro la necesidad de que puedan ser utilizados por el barrio tanto el salón de actos como las instalaciones deportivas; por ello deben ser independizables del centro docente. Un tercer factor era la orientación, la fachada principal a la calle Alboraia recae a poniente y la propia calle tiene un tráfico intenso, lo que supone un desajuste para el uso. Por último, el instituto anterior era un proyecto de Miguel Fisac, afectado de aluminosis, lo que suponía una responsabilidad añadida.
Tres factores son determinantes en la concepción del centro.
Primero cambiar el acceso que tenía el anterior centro y situarlo en la calle Convento Carmelitas, calle más pausada y que permite una plataforma de acceso generosa a modo de antesala; este acceso se abre con un espacio antesala rodeado por los volúmenes de uso común, la biblioteca y el salón, ambos blancos.
Segundo, la creación de un vestíbulo que articula los diferentes elementos del centro y se transforma en un espacio polivalente transparente entre la calle y el patio. Desde ahí se inicia el eje longitudinal, formal y funcional, del instituto.
Tercero, huyendo del poniente, se proyecta una “calle interior” que da vida al centro; unifica las circulaciones acerca del eje definido, rompe con el concepto de pasillo y tiene ventilación e iluminación cenital. La vida del centro se desarrolla en “la calle” con pasillos abalconados que se asoman unos a otros. Todas las aulas se orientan a levante.
La piedra blanca para los volúmenes públicos, y el ladrillo rojo para los cuerpos docentes configuran un lenguaje que permite leer el edificio.
Autores
Rafael Rivera y Mateo Signes
Año
1998